domingo, 22 de abril de 2007

Dialéctica de la aniquilación

Es frecuente que el gobernante incapaz intente apartar los ojos de los ciudadanos del fracaso de sus políticas, y apunte con dedo arrogante al enemigo, logrando de esta forma desviar iras y malestares, y salvar temporalmente su pellejo.

La izquierda española, por obra de sus actuales cabecillas, no parece haberse emancipado definitivamente del marxismo antihistórico, cuya dialéctica de aniquilación del enemigo político quiere imponerse, con la inestimable ayuda de grupos mediáticos y cerebros congestionados de revanchismo, poco sospechosos de imparcialidad.

Es signo de decadencia política –y moral- que en democracia el gobernante anatemice al disidente o rival. Pero es un error craso e histórico poner todo el afán en la expulsión del sistema del partido que permite el mantenimiento del sistema mismo.

El partido gobernante parece desear el sistema de partido único. En algo parecen haber abandonado el marxismo: en el uso de la violencia para acceder al poder y mantenerlo… ¿o quizás tampoco? Alguna voluntaria fusilera ya ha desvelado sus oscuros deseos, quizás compartidos por otros titiriteros, amateurs de las rosas blancas y algunos mentecatos abonados a la subvención.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bien escribes...¿podrías introducir algún artículo valorandolos resultados de las elecciones a la Comunidad de Madrid?
Gracias.
Una admiradora